Pañuelos mojados, pañuelos sin dueño...

Ya hace varios días que había empezado a preparar el que iba a ser "el siguiente post" después de una aparente gran sequía, alejada sólo de la realidad salvo en un aspecto, la poco eficaz gestión que hago del tiempo, que ha evitado que las múltiples ideas que quería plasmar en este espacio no hayan podido aflorar...
Ayer por fin, comencé a desarrollar una estas ideas, descubriendo que recogían varios aspectos que de manera insistente aparecían en mis pensamientos y que revoloteaban de manera desordenada  en mi cabeza alterando la paz que reinaba estos últimos tiempos...pero de repente hoy ha cambiado todo...y cuando digo todo, es TODO.

Comenzaré por el principio, como se cuentan las mejores historias....
Hoy me levanté con una intención clara, no hacer casi nada y a la vez muchas cosas...es decir, no hacer casi nada de las múltiples obligaciones que me acompañan cada día y sí hacer muchas cosas agradables, de esas que se deberían disfrutar más a menudo o al menos los domingos...
Para muchos valencianos es de sobra conocido qué día es hoy, y no es ni más ni menos que uno de las fechas más importantes del calendario de la Terreta, se trata del día de la Comunidad Valenciana y además se celebra algo especial y es que hoy es San Dionís, el "San Valentín" para los valencianos, tradición muy antigua que consiste en que los enamorados regalen a su amada un pañuelo en el que van envueltas frutas y verduras  de mazapán que simbolizan la fertilidad de la Huerta valenciana (aunque también la costumbre es regalar  estas frutitas dulces a las "mujeres de la casa", es decir, a las hijas y a la madre ).

Yo no he sido mucho de celebrar San Valentín, porque no me gusta que se celebren las cosas por obligación social sino de manera natural y voluntaria, y es por eso que he huido bastante de este tipo de cosas, pero debo reconocer que en las dos ocasiones en las que Rafa me ha obsequiado con un pañuelo y unas frutas celebrando San Dionís, me ha conmovido y alegrado....

Este no ha sido uno de esos años... a pesar de que ayer decía orgulloso que habían sido más veces que las que yo contaba las que él se había acordado de regalarme ese detalle de enamorado tan valenciano...pero lejos de hacerle un reproche, hoy estoy muy contenta porque he recibido un regalo mucho mejor...

Había recibido una invitación para un evento solidario en mi pueblo y no quería perdérmelo, ya que llevo tiempo queriendo implicarme más en las actividades que tiene lugar aquí y ésta era una muy buena ocasión.
Parecía que todo el pueblo estaba reunido en el mismo lugar, en el polideportivo de Massanassa todo ello ambientado por una gran humareda resultado de los preparativos para el concurso de paellas y más alejado, en la pista de basket, la gran Tómbola solidaria que era precisamente la invitación que me habían hecho durante esta semana.

Ayer tuve una conversación con uno de los responsables de la asociación que la organizaba para reservar una libreta que quería y acabamos preparando un próximo evento de moda solidario.... (no tengo remedio)
Y hoy al llegar, me saludaron como si fuese su amiga de toda la vida haciéndome sentir alguien muy especial sin saber muy bien porqué...pero disfrutando, que es a lo que iba hoy.
Colaboramos con la compra de algunas papeletas y recibimos muy buenos regalos a cambio, aunque el mejor sin duda, fue la gran sonrisa de complicidad de una de las solidarias ya mayor, que me entregó un libro muy especial y que se que será protagonista pronto de alguno de los próximos posts.

Esta es la famosa libreta que había reservado y que servirá para anotar muchas cosas importantes que deben cobrar forma porque ya han sido soñadas...

Y esta es la información de la asociación para quienes quieran una libreta para soñadores como ésta.
https://www.facebook.com/proyectorehoboth/

Además de tan buenas sensaciones, por si fuera poco, tuve dos encuentros muy agradables, dos amigas a las que tenía muchas ganas de ver y que han añadido valor a todo el día de hoy...

Ya antes de dirigirnos al polideportivo, quería aprovechar el día para hacer una sesión de fotos de los cuellos para el frío que he estado creando estas semanas atrás y me pareció un momento ideal ya que iba acompañada y tenía a mi lado a un fotógrafo y modelo improvisado pero dispuesto para la ocasión...
De nuevo comprobé lo complicado que es para mi explicar qué busco y qué quiero y lo rápido que ejecuto yo las cosas que tengo en mi interior....por lo que se que es algo que tengo que seguir trabajando hasta conseguir aquello que siempre defiendo, una especie de ilusión, que no de utopía, que sé que solucionaría muchos problemas y es que todo el mundo sea capaz de comunicarse a través del lenguaje de signos para evitar muchas frustraciones por falta de comunicación, pero mientras ésto sucede, se que como una de mis asignaturas pendientes es aprender a plasmar las ideas para que otras personas puedan leer mi mente sin necesidad de tener superpoderes ;)
Pero todo esta aventura llena de detalles preciosos que he decidido no relatar para no extenderme en demasía, se queda casi pequeña con el gran regalo que he recibido hoy..

Mi vida siempre va acompañada de  PAÑUELOS...curioso, verdad?, bueno, cada cual tiene un objeto-amuleto o algo así, y hoy he descubierto de una manera especial el porqué son tan importantes los pañuelos para mí y qué relación tienen éstos con ese gran regalo del que llevo hablando desde el comienzo..

Desde bien pequeña he sufrido varias enfermedades relacionadas con la garganta , es mi talón de Aquiles y es por eso que cuando hay cambios de tiempo, llevo siempre un pañuelo en el cuello para evitar sorpresas poco agradables como es la visita inesperada de los diferentes tipos de tos y de otros acompañamientos un tanto molestos. 
Pero los pañuelos que yo debía asociar con mi resfriados y que además solían estar impregnados en alcohol de romero, lejos de ser rechazados por estar relacionados con enfermedades, me producían una sensación de seguridad y protección., así como sucede con el aroma de romero.
A esta relación extraña y curiosa se le une otra que tiene que ver con Drácula (bueno, ésto es algo que descubrí hace pocos años) y es mi costumbre de dormir con el cuello tapado aunque sea pleno verano y sude a rabiar...por lo que lo más fácil es elegir un pañuelo fino en lugar de una sábana para que el sutil acompañamiento de un trocito de tela suave y ligero, sustituya a una sábana de gran tamaño de cama..y pueda dormir segura y tranquila, a pesar de que la costumbre haya nacido bajo el influjo de mis temores subconscientes relacionados con Drácula y éste ya no me produzca ningún miedo y no sea el motivo de que lo siga haciéndolo, ya está tan arraigada, que aún en sueños, busco cubrir esa zona...
Otra de mis curiosas relaciones con los pañuelos es el querer llevarlos en la cabeza, ya que desde bien pequeña, me encantaba la estética pirata, la macarra y todo estilo estético que usase pañuelos para decorar de una manera u otra el pelo, ya fuese tanto en hombres como en mujeres, desde el estilo más hippie hasta el más elegante pasando por el étnico y el exótico.....


Recuerdo haberlos llevado incluso a clase cuando cursaba BUP y COU y desde entonces han formado parte de mi estética ya fuese como Heavy, Siniestra, Hippie...etc. hasta el día de hoy, ya que ahora cuando las canas aparecen sin control y mientras consigo encontrar el momento para teñirme de nuevo, son ellos los que ayudan a disimular esa circunstancia que me impide sentirme cómoda sin la inestimable ayuda de ese trocito de tela... o cuando considero que no llevo el pelo lo suficientemente limpio o con el periodo que suele estar más desastrado, el pañuelo siempre parece ser la mejor de las soluciones....

Pero hay un motivo aún más importante si cabe y aunque siempre ha permanecido en un segundo plano, ha sido de gran ayuda en un más que molesto problema que me acompaña desde hace bastantes años, por no decir que desde que nací...y es como "empapador" del exceso de sudor...
Sudo y sudo a veces sin parar, a veces sin casi hacer esfuerzo, sudo mientras otras personas permanecen estables en su temperatura, sudo como Heidi cuando llora, como a chorros, y es algo que ha creado en mi mucha inseguridad y molestia porque no es algo que pueda controlar...
Nunca tengo fiebre porque mi termostato es diferente. En ocasiones pienso que es demasiado trabajador y disfruta haciendo horas extras... no siento molestia cuando en pleno invierno tengo destapada la zona lumbar ni me molesta el hielo en la espalda, me encanta bañarme en los ríos y prefiero el mar Cantábrico o el Océano Atlántico que bañarme en el Mediterráneo...y eso hace que en Valencia, donde la temperatura durante casi todo el año es superior a los 24º deseados por mi cuerpo, el pañuelo para mi sea imprescindible para eliminar todo exceso de humedad que especialmente mi cara expulsa sin control....

Otra de las curiosidades que me unen a los pañuelos es un en un proyecto en el que llevo colaborando desde hace ya varios años, pero no son unos pañuelos cualquiera, sino unos que sirven para proteger a los niños que están en tratamiento oncológico y pierden su pelo...se llaman Kimo-Kaps y se confeccionan de manera gratuita por personas solidarias para que así estos niños vistan sus cabecitas pelonas con sonrisas llenas de color.


http://kimo-kap.blogspot.com.es/

Pero llegados a este momento todavía no os he contado cuál ha sido el regalo de hoy, ¿verdad?..y es que hasta a mi se me estaba perdiendo en la profundidad de la memoria al relatar todos estos antecedentes que han precedido el verdadero regalo y protagonista del post de hoy.
Quizá esta imagen os de una pista....

 Desde que vi las primeras imágenes de la película de "Un Monstruo viene a verme" supe que quería verla, pero no sabía exactamente qué iba a provocar en mí...
Cada vez que oía hablar al director o a alguno de los participantes en la película, me animaba más y más a querer verla y creaba una expectativa que temía no fuese satisfecha por lo elevada que era.

Ayer intentamos verla y al no llegar a tiempo decidimos ir al cine hoy, a la hora de la siesta y así evitar las largas colas que anunciaban y además ahorrarnos unos eurillos previamente empleados en la tómbola mañanera....
Sin desvelar nada de lo que la película cuenta, ya que no me gusta "spoilear" ni me gsuta que me lo hagan a mí, debo decir que hay algo que ha cambiado en mi mientras veía la película y después de ella.
 Sabía que no era una película de terror y que todo el mundo que salía del cine decía haber llorado y sabía que en mi caso sabía que me iba a emocionar sin duda y que alguna lágrima caería, ya que estoy especialmente sensible en estos momentos...

Puedo contar casi con los dedos de la mano las veces que he llorado a lo largo de mi vida y esas incluyen los llantos propios de bebé por cólicos o salidas de los primeros dientes, alguna vez por las caídas en los juegos, por algún desengaño amoroso y por las pérdidas de seres queridos....y en todas siempre lloraba por mi sufrimiento interior, por algo que me dolía a mi o que me afectaba de una u otra manera,,,
Es cierto que me he emocionado y hasta he llorado un poco en algunas ocasiones viendo sufrir a niños muriéndose de hambre o contemplando como cientos y miles de personas se morían escapando de las guerras huyendo de su tierra....me he deshecho viendo los recién llegados en patera a las costas españolas siendo conocedora de cuántos más habían perdido su vida en las aguas de la esperanza y la muerte y cuantos "Papeles mojados, papeles sin dueño"...

También debo confesar que algunas veces he llorado un poco viendo películas de cine mudo cuando era joven....y alguna lágrima he derramado con algún vídeo emotivo y en alguna discusión...pero mis lágrimas han sido casi invisibles, a diferencia de mi sudor, mis lágrimas no salen como las de Heidi, no salen con virulencia, salen a cámara lenta y a veces no llegan al final, se evaporan antes...

Pero cuál ha sido mi sorpresa cuando por primera vez en mi vida, he empapado el pañuelo que llevaba por si pasaba calor, con millones de lágrimas llenas de sentimientos por alguien que no soy yo...
Estaba contenida, controlaba el llanto cuando mi interior sólo quería lanzar alaridos y gritos de emoción, lloraba por empatía y por simpatía... lloraba con sinceridad y a corazón abierto...
Lloraba sin sentido pero son sentimiento, lloraba sin fin y lloraba de tristeza, de incomprensión y a la vez de esperanza...y tras el llanto, vino la reflexión y no antes ...


 Hoy he recibido un gran regalo y lejos de pensar que el llanto es malo, he sido muy feliz mientras EMPAPABA el PAÑUELO...un pañuelo que ha recogido el mejor de los deshechos de mi cuerpo...el fruto de los sentimientos y es por eso que hoy, mi regalo de San Dionís es mi pañuelo viejo lleno de los mejores frutos, los que brotan del corazón.
Pero este no ha sido el único regalo, sino que quien me ha podido hacer el mejor regalo hoy por el día de los enamorados valencianos ha sido el propio Rafa, sin el saberlo, al permitirme ser testigo de cómo brotaban también sus lágrimas sinceras (es la segunda vez que lo he visto llorar en 10 años).
Lo hizo sin miedo y sin vergüenza, haciendo que eso nos haya unido mucho más que unos dulces mazapanes primorosamente elaborados y envueltos en un precioso pañuelo de seda...




6 comentarios:

  1. Buf.... precioso post. Es una delicia leer tanta sinceridad y tanta ternura. Te agradezco este rarito, que me ha aportado un calor que hoy necesitaba.

    ¿y sabes que voy a hacer hoy?. Irme esta noche al cine a ver esa pelicula y llorar, llorar a moco tendido, sin pudor, sin recato.

    Y cuando este empapando mi pañuelo me acordaré de ti y de tus palabras.

    Gracias de corazón.

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  2. Muchísimas gracias por tu palabras, me he emocionado al saber que te había aportado ese "calorcito" que necesitabas.
    Espero que disfrutes de la película y que empapes el pañuelo que lleves (que sea grande, es mi única recomendación).
    Un abrazo

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  3. Cuánta ternura y cuánto nos regalas en este precioso post directo al corazón niña. Yo tengo muchas ganas de ver la película y ahora muchas más, a mí también me encantan los pañuelos al cuello, tengo muchísimos y variopintos, pero nunca me paré a pensar la historia que puede haber detrás de cada uno de ellos, es alucinante!! Tus lágrimas y las de Rafa también me han emocionado a mí, yo soy muy llorona, de las de pañuelos y más ahora que estoy embarazada, imagínate!! Soy muy romántica, me gustan las fechas señaladas pero ya al tener niños te obligas a pasar un ratito con tu pareja, pero también hacemos fechas especiales cualquier día, en parte lo comparto contigo, mil gracias por tu post y tus palabras con tanto sentimiento y escritas desde lo más hondo, un abrazo grande.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras, me alegra haber despertado con mis sencillas palabras tan buenas sensaciones y sentimientos y que haya generado en ti más ganas aún de ver la película. Me alegra coincidir contigo en tantas cosas ;) . Ah! y enhorabuena por tu embarazo y mis mejores deseos para ti y tu familia.
      Un fuerte abrazo

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  4. Pocas personas supieron esbozar llantos con la ternura y la visión de un niño.
    Pero hubo una muy especial que sabía contar fábulas a los niños, como los monstruos de J.A. Bayona....

    "El lagarto está llorando.
    La lagarta está llorando.

    El lagarto y la lagarta
    con delantalitos blancos.

    Han perdido sin querer
    su anillo de desposados.

    ¡Ay, su anillito de plomo,
    ay, su anillito plomado!

    Un cielo grande y sin gente
    monta en su globo a los pájaros.

    El sol, capitán redondo,
    lleva un chaleco de raso.

    ¡Miradlos qué viejos son!
    ¡Qué viejos son los lagartos!

    ¡Ay, cómo lloran y lloran,
    ¡ay! ¡ay! cómo están llorando! "

    Federico García Lorca.

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    1. Sin duda, ya fuese como poeta, dramaturgo o prosista, transmitía los sentimientos de una manera especial, que pocos han podido lograr a pesar de manejar con destreza su pluma y de escribir preciosos versos llenos de verdad...
      Estas lágrimas de los lagartos, que tanto recuerdan a los versos de Gloria Fuertes, no son ni mucho menos las famosas lágrimas de cocodrilo que fingen sentimientos que no están, sino lágrimas sinceras como las que brotan cuando uno sufre de verdad y no tiene miedo a llorar...

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